Entre ellos cabe distinguir la vibración de troncos y la de ramas. La primera es más rápida pero menos selectiva en cuanto a las características de los frutos que se van a desprender. También requiere mayor potencia de accionamiento.
Hay dos tipos de vibradores: los de inercia y los de masas excéntricas
- El primero transmite al árbol la vibración de unas masas en movimiento (del tipo biela-manivea) y son más adecuados para la vibración de ramas.
- Los segundos se basan en el giro de unas masas a altas velocidades. De la combinación de masas y velocidades se obtienen los diferentes resultados de vibración. Suelen ser multidireccionales y se aplican para la vibración de tronco.
La vibración de ramas requiere una poda espeal con un número reducido de ramas principales y con facilidad de acceso a la garra del vibrador. En el desprendimiento actúan fuerzas de tracción, de flexión y de torsión, que combinadas generan una fatiga en los pedúnculos que reducen su resistencia hasta el desprendimiento.
En cuanto a los daños que se pueden causar en frutos o en árbol, se ha comprobado que en los frutos del tipo melocotón, albaricoque, ciruela y similares, el mayor porcentaje de daños se producen antes de llegar al suelo, y por choque y rozamiento con otras ramas. Por ello conviene recogerlos antes de llegar su completa madurez, y que la poda se efectúe de forma que no haya ramas unas escima de las otras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario